Periodista: Jose Luis Esquivel Hernandez
Diario: Hora Cero Nuevo Leon
Han pasado décadas desde que Pepa Flores González enterró a Marisol y tuvo su última aparición en 1984 en una serie de televisión llamada “Proceso a Mariana Jiménez” y desde que filmó en 1985 “Caso cerrado”, después de que había recibido severas críticas por las películas “La corrupción de Chris Miller” (1972) y “El poder del deseo” (1975). A partir de entonces, declarada militante comunista activa, admiradora de la Cuba de Fidel Castro y de su comandante como ídolo, se encerró en su casa de Málaga y desapareció del escenario artístico.
Nacida el 4 de febrero de 1948, en Málaga, Pepa Flores González es aún fervorosa asistente de las procesiones religiosas en su tierra pero no por convicción sino por tradición que ha seguido desde niña, pues se sigue declarando comunista a morir. Y no tiene ni un solo recuerdo de aquella etapa infantil en que fue consagrada como un ícono de la España conservadora y que la catapultó a la fama como Marisol, pero, más sorprendente aún, es su negativa a seguir siendo una figura pública, sin decir claramente por qué.
“Esa época forma parte de mi vida y gracias a eso estoy como estoy y soy como soy. Lo recuerdo con muchísimo cariño, con mucha ternura y, bueno, a esa persona (Marisol) la dejé en su lugar en el momento oportuno y luego ya no me he aprovechado más de eso ni he vivido de eso nunca más porque me parece deshonesto”, ha dicho escuetamente para negarse a hablar con fans de ayer y hoy; con promotores y, más, con periodistas.
¿Una película? No, gracias. ¿Un nuevo disco? No, gracias. ¿Una gira por España y América Latina? No, gracias. ¿Unas fotografías para un álbum? No, gracias. ¿Una entrevista para los medios? Mucho menos. Pero esa terminante postura desde mediados de 1980 jamás ha ido acompañada de una sola razón o motivo para tan prolongado mutismo, lo que ha dado lugar a serios ataques hacia su persona por parte de quienes creen haber descubierto que ella se prestó para un fraude público al no ser la Marisol original de las dos películas de 1960 y 1961, sin que los periodistas exhiban su engaño en la prensa, la radio o la TV.
Pero al aparecer internet y las redes sociales, sus detractores han utilizado todos sus recursos para acusarla además de ser una persona perversa por no darle el verdadero crédito a la asturiana Remedios Olaya Félix en la polémica sobre tal asunto y en cambio ella sí enaltece su mítica figura y ataca a la misma Olaya y a los defensores de ésta. Por eso sorprende que su hija Celia, intérprete profesional desde 2006, le haga el disco-homenaje, “20 años de Marisol a Pepa Flores”, de la mano del productor Paco Ortega, si su madre no desea que se hable de ella ni salir de su encierro en Málaga.
¿PEPA FLORES FUE MARISOL?
Son muchas las páginas web y otros sitios de redes sociales que siguen alimentando la controversia al investigar a fondo y presuntamente demostrar con documentación precisa que Pepa Flores González no es la Marisol original de las películas “Un rayo de luz” (1960) y “Ha llegado un ángel” (1961), porque supuestamente fueron filmadas en 1953-1956 por Remedios Olaya Félix, originaria de Asturias, por lo cual a ella se le facilitó interpretar con toda naturalidad una jotas en la primera de las cintas, y en cambio una malagueña no es hábil para esta clase de bailes.
También alegan que al comparar la figura trigueña de Pepa Flores con la rubia natural Remedios Olaya, las diferencias son notorias, y la edad no corresponde en ningún caso, igual que se destaca de la primera el acento malagueño y el tono de voz en “Tómbola”, la tercera película en que sí actuó como tal, en junio de 1962, cuando ya tenía más de 14 años de edad.
Y por eso sostienen los detractores de Pepa Flores que no es posible explicar tan notorios cambios si apenas había pasado poco más de un año de la última película en que la auténtica Marisol fue Remedios Olaya Félix, quien fue suplantada en la exhibición debido a que su padre la había internado en un colegio sin que pudiera estrenar su trabajo fílmico. Pero –dicen– nadie tuvo la solvencia moral para mencionar en los medios el monumental engaño que es palpable sobre todo en las giras que la malagueña realizó por Hispanoamérica porque su mayoría de edad es irrebatible frente a la niña de “Un rayo de luz” y “Ha llegado un ángel”.
Los señalamientos contundentes sobre tal fraude hablan de una Pepa Flores, descubierta por Manuel José Goyanes Martínez en 1959 cuando la vio con un grupo de coros y danzas. Desde entonces fue peinada e instruida para doblar al personaje original de Marisol, lo que ha dado lugar a que Remedios le escriba una carta aclaratoria a la malagueña para recibir de ésta solamente ofensas y burlas, pues en internet también hay defensores a morir de quien, para ellos, fue la auténtica intérprete de la niña encantadora.
Diario: Hora Cero Nuevo Leon
Han pasado décadas desde que Pepa Flores González enterró a Marisol y tuvo su última aparición en 1984 en una serie de televisión llamada “Proceso a Mariana Jiménez” y desde que filmó en 1985 “Caso cerrado”, después de que había recibido severas críticas por las películas “La corrupción de Chris Miller” (1972) y “El poder del deseo” (1975). A partir de entonces, declarada militante comunista activa, admiradora de la Cuba de Fidel Castro y de su comandante como ídolo, se encerró en su casa de Málaga y desapareció del escenario artístico.
Nacida el 4 de febrero de 1948, en Málaga, Pepa Flores González es aún fervorosa asistente de las procesiones religiosas en su tierra pero no por convicción sino por tradición que ha seguido desde niña, pues se sigue declarando comunista a morir. Y no tiene ni un solo recuerdo de aquella etapa infantil en que fue consagrada como un ícono de la España conservadora y que la catapultó a la fama como Marisol, pero, más sorprendente aún, es su negativa a seguir siendo una figura pública, sin decir claramente por qué.
“Esa época forma parte de mi vida y gracias a eso estoy como estoy y soy como soy. Lo recuerdo con muchísimo cariño, con mucha ternura y, bueno, a esa persona (Marisol) la dejé en su lugar en el momento oportuno y luego ya no me he aprovechado más de eso ni he vivido de eso nunca más porque me parece deshonesto”, ha dicho escuetamente para negarse a hablar con fans de ayer y hoy; con promotores y, más, con periodistas.
¿Una película? No, gracias. ¿Un nuevo disco? No, gracias. ¿Una gira por España y América Latina? No, gracias. ¿Unas fotografías para un álbum? No, gracias. ¿Una entrevista para los medios? Mucho menos. Pero esa terminante postura desde mediados de 1980 jamás ha ido acompañada de una sola razón o motivo para tan prolongado mutismo, lo que ha dado lugar a serios ataques hacia su persona por parte de quienes creen haber descubierto que ella se prestó para un fraude público al no ser la Marisol original de las dos películas de 1960 y 1961, sin que los periodistas exhiban su engaño en la prensa, la radio o la TV.
Pero al aparecer internet y las redes sociales, sus detractores han utilizado todos sus recursos para acusarla además de ser una persona perversa por no darle el verdadero crédito a la asturiana Remedios Olaya Félix en la polémica sobre tal asunto y en cambio ella sí enaltece su mítica figura y ataca a la misma Olaya y a los defensores de ésta. Por eso sorprende que su hija Celia, intérprete profesional desde 2006, le haga el disco-homenaje, “20 años de Marisol a Pepa Flores”, de la mano del productor Paco Ortega, si su madre no desea que se hable de ella ni salir de su encierro en Málaga.
¿PEPA FLORES FUE MARISOL?
Son muchas las páginas web y otros sitios de redes sociales que siguen alimentando la controversia al investigar a fondo y presuntamente demostrar con documentación precisa que Pepa Flores González no es la Marisol original de las películas “Un rayo de luz” (1960) y “Ha llegado un ángel” (1961), porque supuestamente fueron filmadas en 1953-1956 por Remedios Olaya Félix, originaria de Asturias, por lo cual a ella se le facilitó interpretar con toda naturalidad una jotas en la primera de las cintas, y en cambio una malagueña no es hábil para esta clase de bailes.
También alegan que al comparar la figura trigueña de Pepa Flores con la rubia natural Remedios Olaya, las diferencias son notorias, y la edad no corresponde en ningún caso, igual que se destaca de la primera el acento malagueño y el tono de voz en “Tómbola”, la tercera película en que sí actuó como tal, en junio de 1962, cuando ya tenía más de 14 años de edad.
Y por eso sostienen los detractores de Pepa Flores que no es posible explicar tan notorios cambios si apenas había pasado poco más de un año de la última película en que la auténtica Marisol fue Remedios Olaya Félix, quien fue suplantada en la exhibición debido a que su padre la había internado en un colegio sin que pudiera estrenar su trabajo fílmico. Pero –dicen– nadie tuvo la solvencia moral para mencionar en los medios el monumental engaño que es palpable sobre todo en las giras que la malagueña realizó por Hispanoamérica porque su mayoría de edad es irrebatible frente a la niña de “Un rayo de luz” y “Ha llegado un ángel”.
Los señalamientos contundentes sobre tal fraude hablan de una Pepa Flores, descubierta por Manuel José Goyanes Martínez en 1959 cuando la vio con un grupo de coros y danzas. Desde entonces fue peinada e instruida para doblar al personaje original de Marisol, lo que ha dado lugar a que Remedios le escriba una carta aclaratoria a la malagueña para recibir de ésta solamente ofensas y burlas, pues en internet también hay defensores a morir de quien, para ellos, fue la auténtica intérprete de la niña encantadora.